Incluso para un yamith, que se autoproclama la raza más poderosa de todos los universos, hay juegos prohibidos. Pero cuando uno se aburre demasiado puede arriesgarse a tomar parte de ese tipo de diversión.Incluso para un leónida, que ama cantar por encima de cualquier otra cosa, puede haber momentos para dejar de hacerlo.Pero cuando uno se encuentra cerca de la muerte y un extraño le ofrece polvo de estrella es imposible no cantar el «Lansiú godané». Incluso alguien que ha sido criado como si perteneciera a la raza más poderosa del espacio-tiempo puede no ser feliz. Pero cuando trata de encontrar sentido a ello, puede descubrir cosas peores que la infelicidad.Incluso una simple librera de la Tierra puede tener el acceso a todas las historias, ficticias y no. ¿Pero las historias pueden herir y matar? Quizá alguno de ellos pueda llegar a saber el verdadero nombre de este universo, quizá sea su destino y su condenación.