El futuro. Una raza de superhombres gobierna a la humanidad desde sus mansiones en órbita. Como los dioses de antaño, periódicamente descienden a satisfacer su lujuria con las hembras humanas, despreocupándose de los frutos semidivinos de su placer hasta que estos mutantes bastardos se alzan contra el mundo creado por sus altos progenitores. Para contrarrestar su amenaza, los Centinelas humanos del orden divino dan caza y exterminan a los semidioses con implacable brutalidad. Pero cuando una oficial de los Centinelas ve descubierta su auténtica naturaleza mutante y una periodista hastiada del estéril mundo de dioses se alía con ella, se ponen en marcha una serie de acontecimientos que resultarán cataclísmicos para el mundo feliz y perfecto de los metahumanos. Rafael Marín explora el clásico concepto del superhombre y lo lleva hasta sus últimas consecuencias en un vigoroso ejercicio literario plagado de hallazgos estilísticos de una plasticidad memorable. "Rafael Marín es un hombre de palabra. Una rara avis que se mueve entre las aguas de lo literario y las de la imaginería visual, y en ambos mundos su arma es siempre la misma: la palabra. Afilada, siempre, como el lápiz de todo dibujante."
Mundo de dioses Un autentico disfrute de libro, con influencias de "Señor de la Luz" de Zelazny, recordando un poco a "La espada de fuego" de Javier Negrete.
20/12/2012
Tengo este libro desde que salió y la verdad es que me daba pereza leerlo, era la historia de un juglar… no me encontraba muy cómodo, y eso que he leído libros de este autor y todos me han gustado, he leído Lágrimas de luz que también es la historia de un juglar, pero en un mundo futuro y me encantó, he leído Mundo de dioses y… bueno ya os hablaré otro día de este libro, cuando lo relea tengo que escribirle una reseña, me parece sencillamente perfecto. Pues en esto estaba el libro perdido en la biblioteca del kindle, y hace unas semanas repasando ésta lo encontré y quizás me pillo el día tonto que empecé a leerlo, bastó el prólogo para que no pudiese dejarlo.
El prólogo que tanto me impresionó nos cuenta como un juglar, en el sigo XI, consigue entrar en la ciudad de Valencia, sitiada por el ejercito moro, su objetivo llegar hasta el Cid, que yace muerto, para intentar resucitarlo y que cabalgue por última vez… no me podéis negar que con un prólogo así es difícil dejar el libro, luego después del prólogo viene un flashback gigantesco donde nos contará la vida de Esteban, como fue criado en un convento y salió de él para convertirse en juglar y como aprendió las artes oscuras. Descubriremos como conoció a El Cid, como fue su amigo y lo siguió durante años.
Estamos ante lo que parece una novela picaresca, Esteban tendrá muchas aventuras y desventuras. Conocerá a personajes famosos y a personajes terribles. La historia se reescribe en clave fantástica, me ha encantado cuando el Cid encuentra el Necronomicon, esa escena merece un libro entero.
El libro, como buen libro de picaresca, está narrado en primera persona, lo que me ha parecido genial, me encantan los libros en primera persona.
Esta novela es una reedición, es de 2014, pero originalmente es de 2006 y fue finalista al premio Minotauro de 2006, premio que se llevó otra mis novelas favoritas Señores del Olimpo.
22/12/2015