Vestigios es la tercera, y última parte, de la trilogía del silo. Comenzábamos con Espejismo, donde nos encontrábamos a una sociedad encerrada en un silo, un tabú, pensar demasiado en el exterior, y un castigo, ir condenado a limpiar las cámaras exteriores, que llevaba a la muerte. Continuábamos con Desolación, una especie de flashback donde descubríamos como se construyeron los silos, ante que amenaza se hicieron. Conocimos al personaje que tomó la decisión y a quien llevó a cabo los trabajos. Más algunos detalles del libro anterior, que no se contaron. Y ahora continuamos más o menos por donde lo dejamos al final de Espejismo. La personaje principal sigue siendo Juliette, ahora obsesionada por salvar a los niños del silo 17 y excavando un túnel hacia allí. Lo que rompe todos los tabúes, con el consecuente miedo y agresividad de sus paisanos.
Una estructura curiosa, con un flashback en medio de la trilogía para llevarnos al pasado y contarnos el inicio de todo, y en la tercera parte continuar con la primera. Me ha gustado mucho. Juliette me parece un personaje torturado, preguntándose si hace lo mejor para el silo, pero sabiendo que hay otros silos. También se plantea una cuestión que llevo preguntándome desde el primer libro, ¿Qué pasa cuando se acaben los suministros?
El final me ha parecido un poco Deux Ex Machina, yo habría hecho sufrir un poco más a los personajes, pero, sin entrar en spoilers innecesarios, ¿se supone que el mundo está destruido completamente? ¿No hay ningún país donde hayan creado algo parecido? Son preguntas que me hice al terminarlo.
Sin embargo el libro es adictivo, la historia atrae, volvemos a encontrarnos con la gente del silo 18, los niños del 17 y los habitantes del silo 1.
04/11/2014
