Ley, plata y palabra.
Esos son los tres mandamientos que guían el destino de los pistoleros y que jamás deben olvidarse si no se desea darle la espalda a Texarcana y a cuanto esta significa. Los tres mandamientos que condicionan sus actos y marcan sus destinos. Las leyes deben cumplirse, la plata debe ser pagada y la palabra dada lo es todo. Para las dos partes.
En un estado de Texas convertido en un páramo desierto debido a la magia negra, John es uno de estos pistoleros. Entrenado desde la infancia y curtido en el campo de batalla durante la Guerra de Secesión, dedica su vida a perseguir horrores inimaginables y a abatirlos. Mediante el plomo, la hechicería o cualquier otro método que se encuentre a su alcance y aunque hacerlo pueda costarle la vida.