Los Funcionarios se extienden por toda la Galaxia desde sus instalaciones en el Gran Anillo, vendiendo servicios a otras civilizaciones. Sus Ministerios proporcionan ocio, dioses y religiones creadas por encargo y ejércitos privados a aquellas civilizaciones que se lo puedan permitir.
¿Qué ocurre cuando un Cuerpo de Ejército completo decide desertar en plena batalla? ¿Dónde podría esconderse cuando toda la cultura de la Gran Administración depende de que su escape no trascienda, de que sean castigados? ¿Hay algún lugar en el universo donde puedan librarse del acoso y derribo del Ministerio de la Guerra? ¿No será todo un plan orquestado, una conspiración que supera todo cuanto puedan imaginar?
Segundo volumen de la trilogía “Memorias del Gran Anillo”, el primero fue Dioseros. En este segundo no continúan los personajes del primer libro. Son otros personajes, y la historia que nos cuenta es totalmente distinta. En el primer libro era una space opera, y este es mas una historia de ciencia ficción militar.
La trama va de que los funcionarios han encontrado el gran negocio, alquilan sus ejércitos a cualquiera, enfrentándose a sí mismos por un precio. Es decir tú quieres pelear con tu vecino así que si no tienes fuerzas suficientes alquilas un ejército a los funcionarios, tu vecino que no tiene con que enfrentarse a ese ejército alquila otro ejercito a los mismos funcionarios, que ganan el doble por la misma guerra. Los únicos que pierden son los miembros de los dos ejércitos…
Aquí es donde empieza la historia con un ejército esperando a otro mucho más numeroso para enfrentarse, pero el que dirige el primero se lo piensa dos veces cuando ven al otro ejercito destruyéndolos y decide desertar, con todas sus naves.
La historia va alternando capítulos en uno de ellos sigue al comandante del ejército desertor, que tiene muchas dudas sobre si lo que está haciendo es bueno o no, y el otro es una agente del Ministerio de Asuntos Exteriores, que consigue infiltrarse en los desertores y está preparándose para mandar su ubicación a las fuerzas que los persiguen.
El libro me ha gustado mucho, me ha hecho mucha gracia eso de un estado que se enfrenta a si mismo por dinero. Las dudas de Suipán también me han gustado mucho, porque el está convencido de que han desertado por culpa del condicionamiento, el ahora no está nada convencido de lo que hicieron. Y Iujana, es la que más me ha gustado de todos, es la que tiene el mayor problema de todos, está con los desertores viendo como los traiciona. Cada vez mas cerca de eso, Suipán le parece un idiota, pero…
El libro me ha encantado, se que el siguiente irá de otra cosa, o al menos lo intuyo, me va a dar pena dejar de leer a estos personajes.
22/06/2018