El inquisidor Glokta, convertido en un cínico tullido tras su paso por las cárceles de los enemigos de la Unión, es ahora a su vez un eficaz torturador capaz de extraer información de cualquiera. A su vez, el capitán Jezal dan Luthar no ha hecho otra cosa en su vida que desplumar a sus amigos jugando a las cartas y soñar con la gloria de vencer en el Certamen de esgrima. Pero se está fraguando una guerra, y en los campos de batalla del Norte la lucha se rige por normas mucho más sangrientas. Logen Nuevededos, infame bárbaro de pasado sangriento, acaba de perder a sus amigos y está decidido a abandonar sus tierras y dirigirse al Sur, pero los espíritus le advierten que le busca un Mago de los Viejos Tiempos.
La voz de las espadas es una novela entretenidísima, que cuando coge ritmo te agarra por las solapas y no te deja parar de leer hasta llegar al final. Aventuras, magia y un puñado de personajes que apenas empiezan a enseñar todo lo que pueden dar de sí. Acabo de terminarla y ya estoy deseando echarle mano al siguiente tomo.
Dicho esto, no le he dado la quinta estrella por algunos detalles:
1) Tarda mucho en empezar. La lectura es sencilla, pero da la sensación de que alarga la presentación de los personajes durante casi doscientas páginas hasta que todo empieza a ponerse en marcha.
2) Personajes planos. Claro que Nuevededos o Bayaz son interesantes y nos quedamos con ganas de más. Pero en general son personajes definidos por un par de rasgos y punto. Jezal es el ejemplo más acusado (y no me creo sus elecciones), pero también un personaje aparentemente más complejo como el inquisidor Glokta no para de dar vueltas sobre lo mismo (esto lo comparte con algún personaje más, pero es el más acusado). Las relaciones humanas también están tratadas de manera bastante simple.
3) Un mundo indefinido. Cuando empiezas a leer El Señor de los Anillos o los primeros volúmenes de la saga Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin en seguida tienes la sensación de que estás ante un mundo completo, elaborado. Aquí en cambio todo parece reducido a tres o cuatro ciudades sin que las alusiones al resto del mundo me hayan dado una impresión de "grandeza" o "profundidad".
En definitiva, una lectura amena y absorvente pero que se queda a un paso de ser una obra "grande". Vamos a ver cómo se desarrollan los siguientes volúmenes.
01/06/2013