Trevia es la única persona que ha entrado en Kargen y ha vuelto para contarlo. Pese a haberse retirado hace ya tiempo, no puede evitar asumir la responsabilidad de acabar para siempre con la mayor amenaza para los niños de Larda, Veria y el Thrais: Urboja, el Dios Hambriento. Así, a regañadientes, se embarca en la que espera que sea su última empresa… y que podría serlo en un sentido muy distinto al que desea.