Hace años que el trono de Neimhaim está vacío y Astryt, la heredera, está llamada a ocuparlo.
El consejo regente, sin embargo, se lo impide. La juzgan extraña, distante e incapaz de reinar, porque no ha pronunciado una sola palabra desde que era niña.
Para la mayoría Astryt está perdida, es la última de un linaje decadente, un corazón congelado incapaz de sentir. Pero la escarcha de su interior en realidad encierra a un animal salvaje y herido.
Casi sin aliados y desposeída de todo, se aferra a una enigmática joya de cristal que encontró bajo tierra, en las ruinas de los Antiguos... y a la voz que la llama desde ella, a eras de distancia.
Es un lobo de la noche, un úlfhedinn, un joven guerrero consagrado al que está íntimamente unida y que cambiará toda su existencia, amenazando con desatar un poder descomunal, nunca antes conocido, capaz de desgarrar para siempre el Tapiz del Destino