Apenas unos meses después de que Sonya la Roja debutara en las páginas de The Magic Carpet magazine, la autora C. L. Moore, compañera de Robert E. Howard en la revista Weird Tales, publicó el primero de sus seis cuentos dedicados a Jirel, la castellana de Joiry, una diablesa pelirroja que no tenía problemas para enfrentarse a hombres o demonios a espadazo limpio. A lo largo de su saga, Jirel viajó al infierno, al país de la magia, a otras dimensiones y a siniestras mansiones encantadas, abriéndose paso siempre a golpe de acero y dejando tras de sí un reguero de sangre y dolor. Las piezas de las que consta su saga son una obra maestra del horror y la fantasía, y le granjearon la admiración de H. P. Lovecraft y Robert E. Howard entre otros muchos compañeros.