Dejamos a nuestra amiga Telzey celebrando alegremente su decimosexto cumpleaños en compañía de su familia después de un movido año en el que tuvo que enfrentarse sucesivamente a una raza de poderosos cánidos inteligentes, una familia asesina, el Servicio Psicológico de la Federación del Centro, un peligroso poltergeist, un demente sádico poseedor de un espantoso carnívoro asesino, otro endriago que deja tamañito al anterior y finalmente una nueva estirpe estelar que intenta la conquista de la dicha Federación. De todo ello ha salido finalmente triunfadora mediante su valor, su inteligencia, su ingenuidad y, sobre todo, los increíbles talentos paranormales (o «psi», como se denominan en su entorno) de los que es poseedora.
Diríase que la jovencita va a sentar cabeza y limitarse desde ahora simplemente a sus estudios de Derecho en el muy exclusivo y elitista colegio Pehanron, además de las actividades lúdicas propias de su naturaleza adolescente.
Pues no, la indómita chica ha decidido prestar su colaboración a la Agencia de Investigación Privada Kyth para resolver nuevos casos y detener nuevas amenazas que pudieran presentarse. Bien es cierto que sus talentos personales resultan claramente imprescindibles para enfrentarse a muchas de las dichas circunstancias.
En torno a la protagonista veremos moverse a otros personajes conocidos para quien se haya interesado en la gran saga de la Federación del Centro, creada por el autor norteamericano James H. Schmitz, tales como la encantadora y dinámica Trigger Argee, principal protagonista de A Tale of Two Clocks (en español, Plasmoides), el sabio y un tanto despistado profesor Mantelish, el eficiente comisionado federal Holati Tate, el detective director de la agencia Kyth, Wellan Dasinger, el todavía mucho más duro agente estatal Heslet Quillan, conocido como «Malas Noticias Quillan» y muchos otros.
Sigámosles pues a todos en sus aventuras y problemas y deseémosles suerte en las pruebas que les esperan en estas páginas.
En especial a Telzey.