«Oh, sólo una cosa más, Dennis cree que es marciano»
Aquél era el último escollo que tenía que superar David –escritor soltero y gay- para finalizar la tarea de adoptar un niño, tras años de dura lucha, incomprensión y rechazo social.
Pero, después de todos los obstáculos, parecía que con Dennis su suerte había cambiado. A pesar de haber sido abandonado al nacer, parecía un niño completamente normal de ocho años, tan sólo falto de cariño.
Y todo fue normal hasta que comenzó a pedir deseos marcianos… que acababan por hacerse realidad; o hasta que David comenzó a investigar otra serie de niños con las mismas características que Dennis, y que todos, sin excepción, decían provenir de Marte…