El Imperio se ha extendido durante mucho tiempo. Un avance imparable gracias al amparo de la Diosa de la Muerte, que provee de nuevos soldados después de cada batalla vencida. La magia de los sacerdotes, que permite «despertar» a los muertos, los ha convertido durante décadas en una fuerza invencible.
Ahora, un héroe de guerra que ha perdido la fe y un sacerdote que ha perdido sus poderes lideran a un grupo de supervivientes tras una batalla en la que, sin importar el alcance de las heridas, nadie muere. Vencidos y humillados, se refugian en una aldea aterrorizada por la amenaza del enemigo que atacará en, exactamente, nueve días.