Gabriel es un señor de los pies a la cabeza. Un señor mediocre, desagradable, machista y rancio, aunque eso él nunca lo admitiría. ¡Al fin y al cabo, ha sobrevivido al apocalipsis! En sus vagabundeos, llega a lo que parece ser la única ciudad organizada y funcional de toda la Península Ibérica, y descubre para su horror que es una comuna en la que no existe el dinero y que se apoya en la solidaridad mutua para salir adelante. Un lugar, para colmo, donde no le dejan mangonear a su gusto.
.
Como es natural, Gabriel no puede dejar las cosas así.
No me suelen gustar las distopías postapocalípticas, pero este libro me ha gustado mucho. La trama trata sobre un apocalipsis que ha matado a media humanidad, no se dice que ha pasado, pero tampoco importa demasiado. Entre los supervivientes está Gabriel, un tipo mediocre, desagradable, machista y rancio, pero él se ve como un señor de pies a cabeza. Oye hablar de una ciudad que parece que está medio funcionando y va hacia allí, cuando llega descubre con horror que es una comuna donde no existe el dinero y que se apoya en la solidaridad mutua para salir adelante.
El argumento es divertido, y el libro es mucho más. Veremos a Gabriel intentar hacer lo que siempre ha hecho, moverse entre las gentes intentando llegar a ser importante, mangoneando a todos.
El personaje de Gabriel me ha gustado mucho, su manía de denominar “parguelas” a todo el mundo, su necesidad de subir en la vida, de ser considerado importante.
En fin, no sé qué mas decir del libro, me ha gustado mucho, me ha hecho mucha gracia, es muy divertido :)
27/05/2021