Estamos en la Rusia que existirá en un futuro cercano. El joven Yegor a duras penas recuerda el mundo anterior a la catástrofe. Ha vivido desde su infancia en un puesto militar de la frontera oriental de su país, desde el que se vigila un puente que cruza el envenenado río Volga. Nadie ha cruzado el puente durante varias décadas... pero eso está a punto de cambiar...