En un momento como el actual en que los límites entre géneros son cada vez más imprecisos podríamos decir que Alicia Pérez Gil inaugura un nuevo género híbrido entre música y literatura: la copla de terror futurista. Si hay un material maleable y propicio para transitar por terrenos poco explorados es la copla. Género musical que no ha evolucionado al mismo ritmo que otras variedades musicales, quedándose prácticamente estancado en lo que llevamos de siglo XXI -a excepción de algunos intentos no demasiado afortunados- con el resultado de relegar a la copla a un espacio residual de la música. Perdónenme los puristas de un género por el que siento verdadera devoción pero la copla fue no es. Y si queremos que la copla sea o siga siendo tenemos que permitir que haya un trasvase de elementos con otros géneros, no sólo musicales, también literarios.
En ese sentido la novela breve Ojos verdes es una acertada propuesta para colocar la copla en nuestro presente, más bien en nuestro futuro, sin renunciar a los fundamentos esenciales que la conforman (las grandes pasiones) pero insuflándole nuevos elementos que la acercan a nuestra época dotándola de recovecos oscuros, matices nuevos y una atmósfera embriagadora que me hace preguntarme ¿por qué a nadie se le ha ocurrido hacer esto antes?
Después de leer Ojos verdes me pregunto qué pensarían Valverde, León y Quiroga; qué pensarían Lorca, Molina y León. ¿Se imaginarían que alguien, ochenta años después, iba a escarbar en el fondo de esta copla e injertar su semilla en el siglo XXI? Tal vez pensarían que no ha pasado el tiempo. Que cada tabú que se supera engendra un nuevo tabú y que hay muchas maneras de ejercer la censura sin que necesariamente haga falta la figura de un censor. Pensarían que en este tiempo sigue habiendo márgenes desde donde cantar, desde donde contar y asistirían anodadados a un Madrid que podría ser cualquier ciudad del mundo y que sigue teniendo algo de principio y fin, de génesis y apocalípsis; algo que podría contarse en tres minutos, tal vez en menos, en una sola frase: Madrid es un cementerio gigantesco. Cada edificio una lápida, cada ventana un nicho.
Itziar Mínguez Arnáiz.
Barakaldo. Enero, 2019.
Baja fantasía
Ficción Científica
Ojos verdes es la última publicación de Alicia Pérez Gil, es una novela fantástica ambientada en el tiempo actual o quizás en un futuro próximo, digo esto porque no hay avances científicos destacables, es mas podría estar ambientado pasado mañana.
La trama de la novela es fácil, una chica, Rebeca, que ha sido una triunfadora, CEO de una gran empresa, está ahora bastante mal, los sindicatos la han denunciado por una serie de decisiones que ella ha tomado que han acabado con el suicidio de varias personas. Un día entra en una tienda o local que llevan tres mujeres un poco extrañas.
La obra dice en el prólogo “Alicia Pérez Gil inaugura un nuevo género híbrido entre música y literatura: la copla de terror futurista”, yo no sé qué decir, por lo pronto terror no he encontrado, copla, pues sí, pero me ha parecido un poco traído por los pelos, lo siento es mi sensación.
El tres es un número fetichista en la novela, todo se relaciona con él, hay tres brujas, tres visitas al aquelarre…
El refresco que las brujas sirven a la protagonista, la combinación del té con tila, también me ha gustado, eso sí me ha dado la una sensación especial, no se si es por recuerdos o porque, pero me ha gustado mucho.
La obra, como todo lo que escribe Alicia Pérez Gil, me ha gustado muchísimo. Yo no la habría relacionado con la copla si no lo hubieran comentado, pero bueno sinceramente yo no soy mucho de ese género musical, pero si soy mucho de lo que escribe esta mujer.
07/06/2019
