Martin Newland, un muchacho fascinado por la naturaleza del tiempo, y por las hermosas máquinas con las cuales lo medimos, y domamos… ¿O tal vez no? Para él, los relojes son metafóricas máquinas del tiempo, que ayudan a entender el pasado y a adentrarse en el futuro… ¿O quizá el fluir del tiempo sea más complejo de lo que habíamos pensado, más rico, más impredecible?
Viaja con Martin por este asombroso enigma temporal en el que las piezas de un mismo mecanismo parecen entremezclarse hasta formar las infinitas posibilidades de una vida, obligándole a realizar una investigación que le llevará a entender su verdadera y misteriosa naturaleza.
Baja fantasía
Ficción Científica
Para empezar, el libro me ha gustado mucho. Pero no sé cómo os lo voy a explicar, la autora ha cogido y ha hecho un doble salto mortal, basándose en un experimento sobre la forma de escribir y le ha salido bien.
Para empezar, no estoy de acuerdo con la sinopsis que nos proporciona el libro, hay un personaje que se llama Martin Newland, pero me da que el pobre hombre no se entera de lo que pasa a su alrededor. Vamos a seguir a Martin pero no va a ser el mismo a lo largo de toda la novela. La idea del libro es que el tiempo es como una especie, de remolino, donde el inicio y el final no se pueden escoger. El libro tiene cuatro historias con los mismos personajes, donde Martín, va a estar entre ellos. Se supone que las cuatro historias tienen lugar en el mismo universo, pero no van a tener ninguna relación entre ellas.
En fin, que merece la pena leer el libro, aunque como ya digo, no tengo ni idea de cómo contar de que va…
16/02/2024
