Esta novela, aunque inspirada en hechos reales, es una novela de ficción. Y como tal debe considerarse.
Pero está estudiada y diseñada para afectar anímicamente al lector de forma extremadamente intensa.
Por eso se advierte de que el contenido del libro puede modificar su percepción de la realidad, alterar su personalidad en diversos grados y producir variados efectos perniciosos.
Tanto el editor como el autor no se hacen responsables de dichos efectos y rechazan su responsabilidad de forma expresa, pero no exclusiva, en posibles delitos de inducción al suicidio, apología de la violencia y/o esvilamiento.
El lector comprende y asume el riesgo que supone embarcarse en la lectura de “Lo que ves cuando cierras los ojos” reconoce que ha sido avisado de los peligros que conlleva.
Aquellas personas que duden, aunque sea levemente, de su equilibrio mental, hayan sufrido (o reprimido) brotes de violencia o muestren tendencias suicidas no deberían leerlo.
Ahora, si de verdad crees que estás cuerdo, cierra los ojos y empieza a descubrir lo equivocado que estabas.