Recuerdo con intensidad la primera vez que leí las aventuras de Flash Gordon, el famoso comic de Alex Raymond, cuando era niño. El detalle de los dibujos, los cohetes, las pistolas de rayos, los mundos que ahí se describían. Recuerdo también aquella versión ilustrada de la novela de Verne, “20.000 leguas de viaje submarino”  que me regalaron cuando tenía once años y lo impresionado que quedé por la figura del capitán Nemo. Y algo más tarde, ya a finales de los años 70, la serie de TV Buck Rogers, con ese piloto del siglo XX congelado por 500 años. 

Desde entonces, siempre me han gustado las space-operas, ese subgénero de la ciencia ficción donde se relatan historias acerca de aventuras espaciales tratadas de forma romántica, y sus arquetipos héroe-villano. 

Y por eso, “Las Aventuras Espaciales de William Pérez William” está escrita como una space-opera, con todas las características: 

La primera parte de este libro, La Fisura, surgió bajo la enorme influencia del escritor polaco Stanisław Lem y de su obra clásica “El invencible” (1964) que narra el enfrentamiento de la tripulación de una nave espacial contra una plaga cibernética en un planeta olvidado.  De este primer cuento surgió también mi primera Novela Gráfica, dibujada magistralmente por Javier Solar y Humberto Ramos (La Fisura).

A partir de ahí, sobretodo la segunda parte de este libro, Brizna de fuego, el personaje adquiere vida propia, y para mi sorpresa, se vuelve algo completamente nuevo para mí. Es un héroe, un antihéroe, un rebelde que renace de sus cenizas. Quizás la referencia más parecida sea la película de 1981, Outland protagonizada por Sean Connery, que presenta la infeliz vida en ConAm27, un campamento minero una de las lunas de Júpiter.

La tercera parte, Duelo al Sol, es mi homenaje a los American Western, especialmente a esa valiente película que es High Noon (1952) protagonizada por Gary Cooper y Grace Nelly. El héroe impasible ante las dificultades y fiel sobre todo a sus principios.

Y finalmente, La Máquina Pensante,  tiene que ver con  la idea de las IAs, Inteligencias Artificiales. Como un profesional de la Informática (O Computación como prefieran), la idea de computadores cada vez más desarrollados, con programas capaces de realizar complicadas tareas humanas, e incluso superarlas, siempre me ha rondado la cabeza. Desde la paranoica Hal 9000 de Arthur C. Clarke en 1968 hasta la diabólica Skynet que lidera al ejército de las máquinas en la saga de películas Terminator, el concepto de Inteligencias Artificiales ha invadido de muchas maneras la literatura contemporánea y está aquí presente, para bien o para mal. 

Puede leer el primer cuento La Fisura en formato ebook aqui

https://www.smashwords.com/books/view/298836