Desde el albor de los tiempos, Tierra, Cielo e Infierno están sumidos en un conflicto en el que pronto intervendrá una criatura destinada a cambiar por completo las reglas del juego.
Los Reinos Celestiales están siendo arrasados por las tropas mirritel a las órdenes de Lilith, pero Vinuh-Maghob, la ciudad más inexpugnable conocida, se prepara para permanecer años en estado de sitio.
En el Infierno, Ixión el traidor, el abridor de puertas, afronta su condena eterna en una interminable huida a través de las XII salas infernales.
En la Tierra, Ghalib, el dios guerrero, también conocido como Jaldabaoth el cambiante, custodia las puertas del Infierno batallando contra los celestiales abatidos que tratan de buscar refugio en el inframundo.
El querubín Belial, último oponente de Jaldabaoth, es el encargado de registrar todos los acontecimientos, remontándose a los primeros cánticos del Padre Creador, en un texto que busca dar fe y esperanza a todas las criaturas olvidadas de la creación.
Todos ellos son piezas clave en el tablero del destino, pues la conquista del más errático de los planos existenciales por parte de aquel que jamás hubiese debido ser alumbrado será la piedra angular desde la que rearmar un ejército con el que luchar contra la esclavitud de las normas establecidas.