Mientras se cocina la avanzada del Tercer Reich hacia su inminente Segunda Gran Guerra, en una República del orbe se ha desatado una cacería contra los adictos a la Goma, quienes son transportados en un tren macabro que atraviesa el desierto hasta desembocar en la prisión conocida como El Cubo.
Yonquis, transespecies, androides, criaturas de orígenes más ambiguos, aun desde distintos bandos y con distintos propósitos, comparten el mismo estigma: algunos en busca del poder, otros en pos del simple éxtasis que ofrece una dosis en las venas, todos son regidos por los tentáculos subterráneos de la Goma.
Cuando leí la sinopsis de esta novela me llamó la atención enseguida, me encanta el dieselpunk y tenía que leer lo que me contaba esa trama tan interesante.
El problema es que me he encontrado un libro muy confuso, no sé que he leído exactamente. El libro ambientado en el año 1938 en una república sin nombre sigue a una chica, al principio la llaman La Mukkadira, la chica fue en un momento muy famosa y deseada, pero empezó a tomar drogas, acabó en un circo echando las cartas, que es donde consiguió el nombre y finalmente está en la ciudad totalmente en las últimas, además está afectada por una enfermedad que es rara, es una Malasangre, su cuerpo se deforma, se le caerá el pelo y al final morirá. Y lo que peor es que no le hace efecto la nueva droga que hace furor en la república, la Goma. Un hombre la encuentra y le promete una cura para el mal que la aqueja y la lleva a una ciudad subterránea, allí le explica que la ciudad es donde van todos los adictos, que adoran a un ser, el Gran Proveedor, que podrá curarla, en realidad el hombre es uno de los cuatro venerados, androides que sirven a un ser lovecraftiano que se alimenta de adictos. Cuando está en plena ceremonia, unos hombres que ha conocido poco antes, Zaid y Komodo, un transespecie reptiliano la rescatan y huyen de la ciudad.
Paralelamente asistimos a la historia de Rollo Surv, jefe de seguridad de la república que quiere acabar con el negocio de la goma, para ello la mejor opción es acabar con los adictos, detenerlos a todos y encerrarlos en El Cubo, una prisión donde los podrían reintegrar en la sociedad.
No, no me he liado escribiendo la trama, es así. Un montón de cosas mezcladas sin ton ni son. ¿Me ha gustado? Pues sinceramente no lo sé, encuentro fallos en la trama, no creo que te arriesgues por una chica que has conocido en un bar un rato antes. También hay personajes que te describen, te cuentan su historia y luego no actúan casi nada. La fijación que tiene Rollo Surv por acabar con los adictos me parece extraña, es intentar acabar con un problema atacando el último eslabón de la cadena.
Como he dicho al principio, me parece una historia confusa, está bien escrita y se lee rápido, pero al final sientes mucha frustración, al menos yo.
14/01/2015