Los bucles artificiales han logrado arrancar retazos de tiempo a la causalidad. Creando una línea sin solución de continuidad, finita e ilusoria, permiten disfrutar de unos días en un pasado distinto, siempre y cuando se esté dispuesto a pagar por ello.
Viviane Vallot no es más que una forastera encadenada a una época ficticia. Su amor no correspondido por un poeta desgajará el trazo temporal hasta convertirlo en un círculo que habrá de repetirse por siempre jamás.
Un círculo completo supone un punto de inflexión en las novelas sobre viajes temporales, mezclando con excepcional talento la filosofía, el arte y la ciencia.
Esta obra se ha alzado con el XVIII Premio de Novela Corta Encina de Plata.