Terror rural y cultos arcanos.
Megs, tras ver cómo su vida da un giro inesperado, en una decisión que va a tener unas consecuencias que no puede alcanzar a comprender, regresa al pueblo en el que vivió de niña junto a su abuela.
Un pueblo construido sobre tierra sagrada.
Una isla imposible.
Un culto arcano.
Una deidad arcaica.
Un secreto ancestral.
Bienvenidos a Pinos Blancos.
Rezad lo que sepáis.
La historia comienza con una mujer a la que la vida le cambia en un momento, y ella decide sin pensarlo mucho irse muy lejos, a la casa de su abuela que acaba de heredar. Después de toda la noche viajando llega a Laide, un pueblo en la costa, y empieza a conocer a la rara gente que allí habita.
Este libro me ha provocado sensaciones extrañas, vamos en general me ha gustado mucho, todo menos el final, que no me ha gustado nada. Pero ha sido tan malo que me ha tirado por alto todo el libro.
El libro es de terror rural, y al principio saca todas las cosas que puedes esperar, la casa de la protagonista es muy antigua, tiene túneles que no saben a dónde van. La gente del pueblo es muy rara, en fin, todo.
Pero luego, se vuelve distinta, la protagonista coge mucha seguridad en si misma, las cosas raras dan un salto para convertirse en muy extrañas, pero aun así el libro me seguía gustando.
¿Qué es lo que no me ha gustado? Alerta de spoiler. Toda la novela iba bien, los que habían desparecido por alguna razón eran solo un triste recuerdo. Pero al final de la novela todos vuelven, o casi todos, y la protagonista se queda en la isla para siempre, no voy a contar que le pasa, pero me ha parecido una tomadura de pelo. No se explica que es el sitio donde estaban, porque se fueron…nada.
04/10/2024