Mateo es un hombre estable, maduro, formal. De casa al trabajo y del trabajo a casa. El resto, son distracciones. Pero no siempre fue así. Sus amigos aún lo recuerdan lleno de vida, esperanzas y sueños, con ganas de salir, viajar, relacionarse. Su comportamiento está empezando a acarrearle problemas que pueden distanciarlo aún más de los demás; quizá definitivamente. Y, lo que es peor, puede poner en riesgo la continuidad de su trabajo.
Descartada la depresión de la mediana edad, solo queda buscar explicaciones más creativas a su comportamiento.