Septiembre, 1816. El pueblo castellano de Tinieblas aún se lame las heridas de la invasión francesa. La monja Soledad Espinosa asiste al doctor mientras intenta esquivar las obsesivas atenciones de la Hermana Alba; el legendario inquisidor Diego Jubera busca al guerrillero 'El Empecinado', oculto en la casa de una celosa adolescente; el secretario del duque de Santiesteban, un arribista profesional, corteja agresivamente a la hija de su señor.
Un día el pueblo amanece sin sol; es el inicio de un sombrío año de muerte que pasará a la historia como el Año Sin Verano. Algo acecha en la oscuridad, asesinando a los lugareños; los cadáveres aparecen mutilados, sin sangre en las venas.
Mientras el reguero de víctimas exangües crece, los habitantes de Tinieblas sucumben al terror y a la locura.