Tres guardianas ya han aparecido…
La maldición está a punto de llegar a su fin…
Bhàis ansía la llegada de ese día, sin importarle que todo acabe arrasado tras su paso. Sin embargo, tiene la absoluta certeza de que no va a ser capaz de cumplir con su cometido, y las consecuencias para la humanidad pueden ser catastróficas.
Todo apunta a que debe enamorarse irremediablemente de su Guardiana, pero, desde que fue creado dos milenios atrás, el recuerdo de un amor malogrado y maldito lo atormenta cada noche en sueños. Un amor que lo abandona al despertar, con perfume de violetas y rostro de mujer: el de Savina Deatson.
Bhàis no comprende por qué esa inspectora se cruzó en su camino, qué los une, mas tratará con todas sus fuerzas de resistirse a todo lo que ella le hace sentir y que le impide convertirse en el cuarto Jinete del Apocalipsis.
No obstante, el Señor de la Muerte aprenderá, de la forma más dura, que es imposible luchar contra un poder mucho más fuerte que el destino. ¿Podrá el amor sobrevivir a tan oscuro final? Las vidas de ambos están marcadas por la más letal de las profecías y ninguno de los dos podrá escapar a sus designios.
El apocalipsis se acerca…
…Está escrito.