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Me tragó el igualma

Me tragó el igualma
Guisado Muñoz, Víctor El Transbordador 2017
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Al morir su madre, el protagonista de Me tragó el igualma no es más que un niño y se ve obligado a vivir con su padre, poeta vagabundo que se dedica a cosechar los frutos de los árboles-monte. Juntos, recorren el mundo durante años. El padre es minero del verso, brujo de la palabra y domador de fuerzas telúricas; como tal, sabe que su destino está sellado. El hijo, en cambio, contempla insomne las estrellas mientras ansía liberarse de la gravedad planetaria.

 

¿Está el ser humano, a estas alturas de la historia, a salvo de las fuerzas que esculpen al resto de seres vivos? ¿Es dueño y señor de su propia evolución? ¿Qué quedaría de él, si decidiera ser escultor de sí mismo? ¿Reconoceríamos nuestro cuerpo, o nuestras emociones, al cabo de pocos siglos? Cuando acusan a su padre de terrorista y lo encarcelan, muchos lo exhortan a defender la obra de su progenitor mediante la fuerza de las armas. Él, sin embargo, recuerda las estrellas y considera que ha llegado la hora de dejar todo atrás, amores y deberes, horarios y recuerdos, para asumir su destino como hombre… o como igualma.




Baja fantasía     

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5.0

Votos: 1
Ficción Científica
Ficción Científica

Me tragó el igualma

Fecha de publicacion 26/10/17

24/10/2017

by PacoMan
by PacoMan

Ha valorado Me tragó el igualma con una puntuación de 5 sobre 5

29/10/2017

by PacoMan
by PacoMan

Me tragó el igualma

Escribir poesía en prosa debe ser difícil, hay pocos autores que lo hagan, pero lucen como supernovas: Juan Ramón Jiménez, Ray Bradbury y hay más, pero no los he leído… o ya no los recuerdo. Hoy acabé de leer una novela que es poesía, es de Víctor Guisado Muñoz y es la segunda obra suya que leo. Aunque tiene trampa, pues la primera que acabé es un cuento muy corto que la editora de la novela Pilar Márquez, de Ediciones el Transbordador quiso compartir gratuitamente con todos en Letku, con la aprobación del autor claro está. Y lo leí, en medio de la lectura de la novela, por verificar si el autor es fiel al estilo de la novela, y si lo es. Cierto es que estaba avisado por el prologuista Antonio Guisado y por la editora. Tuve la suerte de cara, tanta como debe ser ver un igualma. En la conmemoración de los dos años de la editorial El Transbordador se sorteó un ejemplar de la novela que me tocó a mí, lo que mi hizo muy feliz. En otro lugar he comentado que todos somos hiperafortunados, pues el espermatozoide con la mitad de nuestro ADN, fue el que fertilizó al ovulo del que no sólo heredamos la otra mitad de nuestro ADN sino también la vida. Y eso requirió más suerte que esto, pero de lo primero ya ha pasado demasiado tiempo. Desagradecido que se vuelve uno.

El cuento Historia de un bostezo es breve como el acto que narra, pero es un botón de muestra de lo que es la novela. Si no te gusta el cuento, no te acerques a la novela de la que hablo: Me tragó el igualma. Pero no es sólo el estilo, es la sensibilidad de la historia, que jamás roza la sensiblería. Coincido con el autor del Posfacio (si el que hace el prólogo es prologista el que hace el postfacio es un postfacis… no, que suena muy mal). Total que Elías F. Combarro en el postfacio desgrana la esencia de esta obra: el universo, la poesía, el amor y la transformación.
Todos hemos leído y visto ciento de historias sobre el mito del aprendizaje y el crecimiento interior: La Guerra de las Galaxias, El señor de los Anillos y otras cosas más serias, pero terriblemente aburridas cuando este camino no lo sigue un héroe. El hijo del poeta no es un héroe, es el protagonista de Me tragó el igualma y como todos busca un lugar, su lugar en el mundo. Os adelanto que finalmente lo encuentra, para ello sufrirá, gozará, en suma vivirá. Nada que no pudiéramos prever, lo imprevisible es como lo narra Guisado.
Y lo diré, a mi me recuerda a Neil Gaiman y su Stardust (1999). Sé que no, que diverge rápidamente en todo, pero a mí me lo sigue pareciendo o será que lo hago por fardar de lectura. Hablo de Stardust la novela, no la película de 2007 dirigida por Matthew Vaughn que también me gustó.

Acabo, una novela breve, intensa, brillante, profunda… incluso hay una pelea de bastones al más puro estilo kendō (en japonés剣道).

by PacoMan

29/10/2017