En los primeros momentos de la guerra, una cápsula del espacio es saboteada mientras regresa de un viaje a la Luna. El balance: una persona muerta y otras tres a la deriva en una balsa en medio del Pacífico. Sólo uno de ellos sobrevive y alcanza a ver los acantilados de una isla dominada por una letra enorme: M. La apariencia de los habitantes de esta isla sorprende vivamente al náufrago, Shaw: aunque humanos, hay en ellos algo enigmáticamente bestial. El genio siniestro responsable de estos híbridos es Mortimer Dart, una víctima de la talidomida fascinada por las deformidades humanas y que ha llevado a cabo una serie de experimentos que duplican los del legendario doctor Moreau de H.G. Wells. Brian Aldiss rinde un sentido homenaje a Wells en la que constituye una de sus obras mayores.