La Tierra ya no es un lugar habitable. El sol murió, evaporando ríos y océanos, marchitando toda esperanza de vida. Sólo las grandes élites pudieron zafarse del trágico destino asentándose en Marte, pero, ¿y qué hay de los supervivientes que se quedaron?
Yo soy uno de ellos, y he aquí mis memorias. Si han llegado a tus manos es porque yo me he propuesto que así sea. Considérate pues, un ser afortunado, al conocer lo que el porvenir traerá para tus semejantes en no mucho tiempo… Debéis estar preparados, tal vez podáis evitarlo, o tal vez no.