Imagina un mundo en que los libros, las bibliotecas y los periódicos son parte del pasado. Un mundo en el que vivimos pegados a unos dispositivos portátiles que no solo nos mantienen en constante comunicación, sino que son tan intuitivos que hasta nos garantizan que encontraremos un taxi al salir de la oficina. En ese mundo, Anana Johnson trabaja con su padre, Doug, en la edición de un diccionario de la lengua que nunca se imprimirá. Hasta que, una tarde, Doug desaparece y Anana descubre un código que aquel ideó para indicar que se encontraba en peligro. Su búsqueda la lleva irremediablemente a sótanos oscuros, pasajes subterráneos, reuniones secretas y los sagrados recintos del hogar espiritual de la palabra escrita.