Estados Unidos, otoño de 1968: Richard Nixon se presenta a la reeleción contra Bobby Kennedy; en la radio suena “Hey Jude”, el último éxito de Mccartney and the Wings, y el ron fluye libre desde que Cuba es el estado 51 de la Unión.
Mientras el país sigue inmerso en una deriva contra los judíos, Leonard Nimoy, un actor de segunda, acepta un último trabajo a la desesperada antes de regresar a Boston: convertirse en doble del Kohen Gadol, el antiguo rabino que lidera la Marcha del Millón de Judíos a través de los Estados Unidos, hasta las puertas de Nueva York.