«Otoño de 3006 de la Era Cristiana, del año 2458 de la Hégira, día 25 del mes de Tishrei del año hebreo de 6766, año 795 de la Era Espacial, desde que el hombre puso por primera vez el pie en un planeta de otro sistema solar. Yo, Unaphistim Delver, Científico del Consejo, omitiendo mis títulos como procede, dirijo esta comunicación a mis compañeros del mismo, haciendo constar igualmente mi calidad de planetario o propietario de planetas en número de catorce, para aclarar mi situación de preponderancia en la economía de la zona. Esta comunicación guarda el carácter de la más absoluta reserva, por lo cual solo es dirigida a aquellos compañeros que ostentan la categoría de planetarios, además de científicos.[...] »
«Debo comunicarles que creo haber resuelto uno de los más grandes misterios de la historia de la Humanidad, desde que fue creada en la lejana Tierra, hasta que la abandonó casi por completo para conquistar los centenares de mundos que ocupa ahora. Me estoy refiriendo al hecho, inexplicable para todos los sabios y científicos que lo han estudiado, de que el llamado planeta Marte, el cuarto de nuestro primigenio Sistema Solar, en una fecha que las crónicas no han guardado con exactitud, pero que se sitúa a mediados del siglo XXII, no mucho después de que se iniciase nuestra Era Espacial, comenzase a desplazarse lentamente hacia los planetas exteriores, y atravesase una tras otra las orbitas de Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, la nube de Oort y los demás planetas que fueron descubiertos en su momento».