Un sorprendente universo, El Viejo Dominio, es dominado por cuatro Castas que ostentan el especial poder que concede cada una de las cuatro ciencias fundamentales. Designadores, Escrutadores, Naturales y Fuertes rigen los destinos de la humanidad en un status quo inmutable desde hace miles de años. Un orden inamovible que está a punto de desmoronarse por la aparición de una mujer excepcional.
Un universo rico, diverso y coherente que asombra por su magnitud creativa, poblado por una multitud de personajes llenos de matices y contradicciones, viviendo una realidad donde el bien, la verdad o la justicia deben ser cuestionados a cada instante.
¿Cómo cambiaría nuestra forma de pensar si nuestra mente formara parte de una red que pusiera a nuestra disposición el conocimiento de una ciencia infalible?
¿Qué ética sigue un hombre capaz de alterar los sentimientos ajenos?
¿Qué fin busca en la vida un guerrero inmortal?
Estamos ante una space opera con tintes tradicionales. Donde nos describen el Viejo Dominio, la zona colonizada de la galaxia, controlada por castas. Cuatro castas, los Designadores, expertos en tecnología, dueños de las naves, controlan la tecnología y su conexión con la biología, son los que controlan el Viejo Dominio, los Fuertes, dedicados a la guerra, se rumorea que con inmortales, los Naturales, capaces de hacer maravillas con los cuerpos humanos, curan enfermedades, hacen cambios y, finalmente, los Escrutadores, capaces de ver y manipular los sentimientos de la gente. Aislados por los Designadores, se encuentran en cuarentena en su planeta. La historia comienza con Arez de Brass, traidor a los Escrutadores y condenado a ser torturado hasta que muera, metido en gel que lo mantiene sano, su mente separada de su cuerpo y sometido a sentimientos artificiales. Pero Arez tiene un plan para escapar, un plan peligroso. La fuga de la consciencia de este escrutador será el comienzo de un montón de aventuras.
La novela me ha encantado, me ha gustado mucho el toque político que la inunda, el sentido de la maravilla que desprende. Quizás una de las desventajas que le encuentro es que en 600 páginas pasan demasiadas cosas, la veo densa, pero bueno, quizás está pensada así desde su origen.
Ahora viene la parte mala, lo que no me ha gustado de la novela, que en realidad no es cosa de la novela en si misma, la maquetación, estoy acostumbrado a los libros de Fata Libelli y Sportula, encontrarme uno con el texto sin justificar, que no haya separación entre las partes, me refiero que están hablando de un personaje y en la línea siguiente hablan de otro completamente distinto, lo cual me ha obligado a releer muchos trozos de la novela. Es todo muy frustrante, sobre todo siendo de una editorial que se dedica a la publicación de ebooks.
Este libro es el primero de una serie, cosa que tampoco sabía, ni he leído en ninguna parte, salvo al llegar al final que pone “fin del primer volumen”, eso no me ha gustado nada, creo que es falta de información.
Una novela que recomendaría a todos aquellos que quieran leer una buena space opera.
10/10/2014