Aunque se suele creer que el origen del Body Horror como subgénero de terror se remonta a la década de 1970, Joyce Carol Oates sugiere que Medusa, la gorgona de la mitología griega, es el «emblema por excelencia del horror corporal femenino». En Perversas. Nuevas historias de Body Horror escritas por mujeres, Oates ha reunido a un elenco espectacular de autoras para explorar este subgénero centrado en la transgresión de los límites del cuerpo humano de formas terribles e insólitas. «Aunque no conociéramos nada de los monstruos femeninos de la antigüedad», escribe Oates en su introducción al volumen, «sabríamos que, en sus innumerables manifestaciones, el horror corporal se dirige con más fuerza a las mujeres y a las niñas. Ser mujer es habitar un cuerpo que por naturaleza es vulnerable a la invasión forzosa, susceptible a la penetración y al embarazo, y condenado a sufrir el parto y sus secuelas, que en épocas pasadas conllevaba, además, un importante riesgo de muerte.»