Un camino de ida y vuelta, desde la oscuridad a la luz, y de nuevo, a las tinieblas. Esta es la premisa que nos presenta Amparo Montejano en Hijos de Érebo. A través de estos doce relatos, su autora nos lleva de la mano por un recorrido en el que la humanidad, como Ícaro, se ayuda de la tecnología para abandonar su laberinto de incertidumbres y ascender a niveles casi divinos para luego, como Ícaro también, volar demasiado cerca del Sol.
Y como hilo conductor de esta parábola tenemos la continua presencia de la inteligencia artificial, siempre al lado de una humanidad que la necesita y teme a la vez, que devora los recursos planetarios y que, tras agotarlos, se lanza a conquistar las estrellas. Una humanidad que se encamina, una vez alcanzado su esplendor, hacia las sombras de su propio ocaso.