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Parece una playa

Parece una playa
Romero, Francisco M. El Transbordador 2018
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Las historias nunca acaban. Cuando lees un relato que cierra con un final perfecto, cuando ves una película que acaba con un final feliz, no estás viendo nada, no es el reflejo de algo parecido a la vida. Si continuásemos vislumbrando esas historias, si el libro o la película no tuvieran ese desenlace, serías testigo de cómo todo avanza y termina en derrota.


Esta es una dura lección que Roberto tendrá que aprender más de una vez.

 



Baja fantasía     

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  • La envegadura de unas manos cercenadas
  • Peter Pan
  • Comando
  • Un dueto con el duque de las sirenas
  • El sendero de la palabra
  • El bosque mágico
  • Tokio. Estación de Ueno
  • Una loba para un hechizo
  • El Chico vacío

4.0

Votos: 1
by PacoMan
by PacoMan

Ha valorado Parece una playa con una puntuación de 4 sobre 5

15/07/2018

by PacoMan
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Parece una playa


La colección SOYUZ de Ediciones El Transbordador se ha caracterizado por ofrecer textos en la frontera de los géneros del fantástico o de su borde exterior. En la entrega número 13 no iba a ser distinto. Hace dos años se inició el vuelo de los SOYUZ con Las tostadas de la libertad del malagueño Francisco M. Romero, autor que vuelve con Parece una playa. Si en aquel caso era una obra ciberpunk en este caso es más difícil de encajar. A caballo entre la obra experimental, las memorias y los zombis. Los muertos andantes no son relevantes, sólo son una faceta que nos debería facilitar comprender al protagonista: Roberto. Leyendo este texto no pude por menos que pensar en la película hispano cubana Juan de los Muertos (2011, Alejandro Brugués) sin la lectura crítica al régimen cubano, con más cinismo y con un poco menos de humor.


La obra tiene dos partes claramente diferenciadas, en una primera se vuelcan pensamientos y reacciones que muchas de ellas son compartidas por el lector, es el tramo más experimental. En la segunda parte la historia avanza, aparece la pareja sentimental de Roberto de la que no sabemos ni su género, ni su inclinación sexual, no por estar a la moda de “los tiempos modernos” sino para no desviar el foco del protagonista. Ahora ya podemos hacernos una idea de lo cabrón que es Roberto, pero como se índica en la página 6, con la cita de George Orwell de su magnífico libro 1984 (escrito en 1948):



“… Quizá no deseara uno tanto ser amado como ser comprendido. …”


 


Lectura recomendable para mentes ancladas y no fácilmente obsesionables. Absténganse capitanes Ahabs a la búsqueda de su ballena blanca.


by PacoMan


15/07/2018