Por un momento, las cosas parecen estar bajo control para la soldado conocida como Breq. Una búsqueda en los barrios marginales de la Estación Athoek revela a alguien que no debería existir, alguien que podría ser un auxiliar de una nave que se ha estado ocultando más allá del alcance del Imperio durante tres mil años. Mientras tanto, llega un mensajero del alienígena y misterioso imperio Presger, al igual que el enemigo de Breq, el dividido Anaander Mianaai, gobernante de un imperio en guerra consigo mismo.
Anaander está fuertemente armado y extremadamente descontento con Breq. Ella podría tomar su nave y su tripulación y huir, pero eso dejaría a todos en Athoek en un peligro terrible. Breq tiene un plan desesperado. Las probabilidades no son buenas, pero eso nunca la detuvo antes.
Ya he leído esta novela y con ella he terminado la Trilogía Imperial Radch, y está muy bien.
La novela se sitúa en la Estación Athoek, han encontrado a una persona escondida en el subjardín, recordemos que esa parte quedó en muy malas condiciones. Pues la persona que han encontrado allí resulta que no es una persona, es un auxiliar de una nave escondida en el portal fantasma, una nave que lleva escondida miles de años. Por otro lado una nave Presger, con una nueva traductora que llega a la estación, esto conlleva un follón enorme porque son difíciles de entender las Presger.
Y para terminar el puzle una versión de Anaander Mianaai también aparece en el sistema, con unas cuantas naves muy bien armadas.
La novela me ha parecido bien, no está al nivel de la primera que me gustó mucho, ni tan poco como la segunda, que me gustó mucho menos, pero eso lo acepto, yo tengo un problema con muchas segundas partes.
Me ha gustado la resolución, me parece ingeniosa. Yo esperaba que acabasen con todas las versiones de Anaader Mianaai pero no, y luego pensándolo un poco eso resultaría imposible. También me han gustado los dos personajes nuevos, la nave que está escondida. Y sobre todo la traductora Presger, que este me ha encantado, es como un niño.
Ahora vienen mis críticas al libro, me ha molestado mucho la costumbre Radch de llamar a todo la gente como mujeres, no es un problema de machismo, me habría molestado si lo hicieran como hombres, yo necesito imaginarme a los personajes, pero con esto de que todo el mundo es “ella” o “teniente” o “prima” lo encuentro muy difícil.
Después creo que la resolución es muy interesante, pero vamos a ver que se le ocurra a Breq antes de llegar a la estación me parece muy traído por los pelos, cuando leí la sinopsis y decía que ella tenía un plan, me imaginaba un plan muy elaborado no ese plan.
En fin, no tengo más que decir es la autora la que ha decido eso, pero vamos que el libro me ha gustado, eso sí, me ha gustado menos que la primera parte pero el libro está muy bien.
07/09/2018