Celio Rufo es un veterano de la Legión, antiguo escribano en las tropas de Pompeyo el Grande. Pero Celio es sombra de lo que una vez fue: vive en un estado de terror permanente y la locura se agazapa a pocos pasos de él. Atrapado entre el deseo de olvidar y la necesidad de contar lo que pasó en Hispania, su vida es un laberinto sin salida... hasta que encuentra a otro veterano de la Legión, otro superviviente de los hechos atroces que presenció y empieza por fin a recordar y narrar lo que recuerda.
Así es como sabremos lo que ocurrió en el invierno del año 75 antes de Cristo en Hispania en un descanso en la lucha contra el rebelde Sertorio y conoceremos la historia del tribuno Arranes, un hombre atrapado entre su lealtad a Roma y su origen vascón. A través de la memoria de Celio asistiremos a la misión que emprende Arranes a lo más recóndito de las montañas, donde él y sus hombres encontrarán un terror ancestral y primigenio que acecha en lo más profundo del bosque nevado.
Me gustan las novelas lovecraftianas, las que están bien escritas y son originales, disfruto mucho con ellas. Por eso esta me llamó la atención, una novela de este tipo ambientada en una España en la época romana era muy atractiva, y no me equivoqué, la novela me ha encantado.
En el tiempo de la guerra contra Sertorio las legiones se acuartelan para pasar el invierno en el Fuerte de Olcarium, allí esperan la llegada de un envío de trigo de Aquitania ante las penurias que están pasando. El envío se retrasa y Pompeyo designa a Arranes, un hispano romanizado que aspira a convertirse en líder de los hispanos, como comandante de una expedición que va a buscar el trigo. Arranes y sus legionarios encontrarán algo que no esperan y que acabará con su cordura.
Novela bien dosificada, los misterios van apareciendo poco a poco, sin caer en los fallos de otras en los que se da por sabido toda la mitología, además no se sabe muy bien el tipo de monstruo que se encuentran los legionarios, o yo no lo he conseguido identificar, claro que a mí me tocan mucho las narices todas las clasificaciones.
Personajes muy bien construidos, a destacar Arranes que me ha gustado mucho, el narrador, Celio Rufo, el narrador, uno de los pocos que consigue volver de las montañas del Pirineo donde se desarrolla la acción, escribiendo sus memorias.
Una novela original, como he dicho al principio, que se aleja bastante de lo habitual. Me ha parecido magnífica, un gran acierto reeditarla ya que yo no la conocía. Tengo que leer más trabajos de Ismael M. Biurrun.
25/03/2015