Jean le Flambeur es un delincuente post-humano, ladrón de mentes, timador y embaucador. Aunque su pasado es un misterio, los ecos de sus proezas resuenan por toda la Heterarquía: desde la incursión en los Cerebrozeus del Sistema Interior, a los que sustrajo sus pensamientos, al robo de las valiosas antigüedades terrestres de la aristocracia de las Ciudades Errantes de Marte. Sí, Jean era el mejor... hasta que cometió un error.
Ahora está condenado a enfrentarse a innumerables copias de sí mismo en las inagotables versiones de la Prisión de los Dilemas... una rutina de muerte, deserción y cooperación que se verá truncada por la llegada de la Perhonen, la aracnonave de Mieli, quien le ofrecerá la oportunidad de recuperar la libertad y los poderes de su antiguo ser a cambio de completar el único golpe que siempre se le ha resistido.
El ladrón cuántico es una novela al principio dura, llena de ideas novedosas, a las que poco a poco te vas acostumbrando y que fluye de manera delicada. La verdad es que es una delicia, los personajes son asombrosos, empezando por Jean LeFleur, el ladrón que busca sus recuerdos, Mieli, su libertadora y a la vez nueva carcelera y sobre todo el detective, un personaje que entra en escena solucionando un caso sobre ¡¡chocolate!!
Los escenarios son espectaculares, desde la Prisión de los Dilemas, donde el ladrón se encuentra encarcelado, a la ciudad errante de Marte, esta última es un prodigio de imaginación.
Una novela para degustar con paciencia, sin prisas, para ir entendiendo las ideas poco a poco.
Una estructura conocida, el ladrón que liberan para que cumpla un encargo, ambientada en un universo totalmente nuevo, que hace que te quedes con la boca abierta.
¿Se nota que nos ha encantado?
18/05/2013