En esta novela, cargada de imaginación y sentido de la maravilla, Pablo Loperena nos muestra un mundo donde la naturaleza ha sido totalmente domesticada en beneficio de los habitantes de grandes ciudades-cosechadora que se desplazan constantemente siguiendo los ciclos impuestos por los cultivos. Ciudades en las que todo se procesa, nada se desperdicia.
Pero al margen de esos privilegiados ciudadanos encontramos a los desposeídos, los disidentes, los que se negaron a aceptar las reglas o fueron declarados no aptos por el sistema. Ese rebaño miseria, que acompaña a la ciudad en sus desplazamientos, sobrevive en una lucha perpetua, nutriéndose de los desechos de la ciudad y sirviendo también de abono para la misma. Esta es la historia de Salvaje, una joven paria que busca vengar a toda costa la muerte de su hermano Misha.