Dicen que siempre cabe la posibilidad de que encontremos un lugar mejor.
En los relatos de este libro se analiza el precio a pagar por alcanzar dicha tierra prometida.
Las historias, de marcado tono new weird, transitan por la vida y por el horror, del más mundano al más cósmico, aunque la presencia, más o menos velada de ese horror, sea solo una excusa, un utensilio del que Wehunt se vale para componer unas historias maravillosas (que bien podrían venir firmadas por Borges, Kafka, o Aickman) sobre seres perdidos que alcanzan a ver la realidad que se oculta tras el velo de la nuestra; así, el lector encontrará historias que revisitan el mito del vampiro, de los pactos con el diablo, de las mutaciones, de la mitología angelical, de las creencias religiosas, de las posesiones demoníacas,...
En "Junto a mí, cantando en las tierras salvajes", Michael Wehunt aborda el tema del vampirismo y se plantea cuestiones que giran en torno a lo que significa vivir siendo un monstruo a ojos de los demás; "Onanon" es un acercamiento al horror cósmico con abejas de por medio, así como un juego literario con la idea de un texto infectado que tiene algo oculto entre sus pliegues; "Un lugar mejor", la historia que da título a esta colección, es lo más parecido que el lector va a encontrar a un episodio de Twilight Zone, y nos acerca a ese concepto de rasgar el velo de la realidad al que hacíamos alusión unas líneas más arriba; "Una música discreta" le sirve a Michael Wehunt para rendir tributo a Robert Aickman por medio de la historia de un hombre que comienza a sufrir una mutación tanto física como emocional; "El diablo bajo la Maison Blue" gira en torno a la idea de un pacto con el diablo con sabor a jazz; "La Quedada Fílmica de Octubre: Bajo la Casa" es un claro homenaje a las películas de género found-footage, una de las pasiones del autor; "Descontado de vuestro tiempo en el Paraíso" parte de la premisa de unas mujeres que caen desde el cielo y de cómo su llegada a un parque de caravanas de Texas altera la monótona vida de las gentes que en él habitan; "El inconsolable" persiste en esa idea de la soledad, el abandono y las creencias a las que uno se aferra para seguir adelante; "Bailarines" nos acerca también la peculiar visión del horror cósmico de Michael Wehunt, algo que utiliza como excusa para ahondar en las entrañas del matrimonio y el compromiso; "Cientos de miles de años" gira en torno a la desaparición de una niña y a la vida que ya no tendrá; por último, "Acotación", el único relato que no es de horror de toda la colección, nos habla de esa sensación de pérdida pero, a la vez, es el más esperanzador y parece que trate de hacernos ver que siempre hay una luz al final del túnel.
Michael Wehunt creció en el norte de Georgia, lo suficientemente cerca de los Apalaches como para percibirlos, pero no lo suficiente como para verlos. Había bosques, humo de leña y calor. No llegó lejos cuando se marchó de allí, cayendo sesenta millas al sur hasta la ciudad perdida de Atlanta, donde hay menos bosques, pero todavía muchos árboles. Vive con su pareja, su perro y demasiados libros, entre los cuales Robert Aickman coquetea con Flannery O’Connor en su estantería favorita. Su trabajo ha aparecido en diversos medios, tales como The Year’s Best Dark Fantasy & Horror, The Year’s Best Weird Fiction, y Electric Literature. Ha sido nominado a los Premios Crawford y a los Shirley Jackson. Esta es su primera colección de cuentos.