Samuel Pineda es un vendedor de suicidios fracasado que trabaja para el padre de su novia Virginia.
Cuando Virginia le sugiere que formalicen su relación, Samuel se ve obligado a encontrar un cliente con el que ganarse la estima de su futurible suegro.
Mientras tanto, la Muerte disfruta de un retiro tan largo como merecido. Delega el trabajo en los volubles Emisarios de la Muerte y se concentra en lo único que de verdad le interesa: aprender a jugar al ajedrez de una vez por todas.
Samuel cree encontrar la solución a todos sus problemas con la llegada de Hortensia, una anciana deseosa de pasar al Otro Lado y con un evidente problema de gestión de la ira.
Pero sucederá algo que obligará a la Muerte a abandonar su descanso.
Y volverá dispuesta a hacer todo lo que haga falta para salvar al mundo de su destrucción.