El Comité de Asignación de Tareas Infernales (CATI) ha vuelto a designar a las demonios como súcubos, negándoles la posibilidad de ser algo más que un adorno del averno. Si al despertar de la conciencia entre las hembras infernales le añadimos un simple salero, la revolución feminista ya puede empezar. Con sus aliados, con los #NotAllDemons y hasta con una cabra fusión. Y orgasmos en tres dimensiones. Ha llegado la hora de conseguir lo que les han negado desde el principio de los tiempos. Ha llegado el tiempo de luchar.