Dos vidas y dos mundos se entrelazan en una historia sobre el amor, el sacrificio y el propio universo.
2018. La Tierra. Olvido Santos ha superado una adolescencia solitaria, inmersa en la fantasía de un planeta inventado, Gea, que la aislaba del mundo. Tras la universidad, consigue la beca del Museo de Arte Moderno. Complementa su sueldo con el trabajo de camarera en el Rompeolas. Al fin siente su vida en orden, pero todo se desmorona la noche que irrumpe en el pub alguien idéntico a uno de los protagonistas de su mundo ficticio. A partir de ese instante, la delgada línea que separa la ficción de lo real se difumina con la llegada de nuevos personajes del planeta Gea a su realidad.
3125. Gea. Édani Olban, ciudadana de segundo anillo, pide ayuda a Sifo, hermanastro de su prometido el astrofísico Dídac Nancor, para viajar a Villa Esmeralda, residencia de los poderosos Nancor en la ciudad de Sasmor. Pretende obtener el respaldo del Gran Domain en su empeño de ir en busca de Dídac, desaparecido al término de una misión científica secreta en una lejana isla habitada por el enigmático pueblo célar. En Gea viajar se reserva a una selecta minoría, cada cual ocupa su lugar en el orden de las cosas. Un único poder, la Comunidad Esférica, rige con puño férreo las vidas de ciudadanos y habitantes de las aldeas productivas.
Tanto Olvido como Édani deben desprenderse de la seguridad por la que han luchado y enfrentarse, tanto a poderes mundanos como extraordinarios para revertir el curso de una guerra incipiente, viajando a través de sus planetas hacia un futuro incierto, tan lleno de vida y muerte como el propio universo.