La colonización del espacio será capitalista.
Las diferencias entre mercenarios y emisarios de la ONU son tenues, bien lo sabe Takeshi Kovacs cuando lo destinan a Sanción IV, a pesar de la ausencia de mandato de la ONU y de suscitar el desprecio de aliados e insurgentes por igual. Asegurar un descubrimiento arqueológico en zona de conflicto no debería dar problemas, pero siempre hay intereses ocultos.
Ángeles rotos reincide en mostrarnos una cruda adaptación darwinista a la violencia neoliberal, extrapolándola a un futuro en el que los organismos internacionales se han convertido en meros instrumentos financieros y en el que la humanidad se ve abocada a ejercer el mismo grado de violencia para sobrevivir.