MEMORIAS DE UN MERODEAR ESTELAR narra las aventuras de un pícaro a través de la galaxia, durante una época postimperial en la cual los humanos, habitantes de planetas en decadencia tecnológica, deben enfrentarse a teribles alienígenas, esclavistas, planetas rivales...
Contra las tendencias habituales de las novelas de Ciencia Ficción, el protagonista es un antihéroe, el pícaro Gabriel Luján, quien nos describirá la descomposición de un gran Imperio Galáctico, cuyos restos pugnan por sobrevivir.
Carlos Sáiz Cidoncha, escritor sobradamente conocido por los aficionados a la Ciencia Ficción española, nos ofrece una historia irónica y divertida cuyas raíces se encuentran en la clásica Novela Picaresca. El resultado son estas Memorias inolvidables.
by PacoMan
Memorias de un merodeador estelar
Esta reseña la escribí en Mayo 1995.
La última novela publicada de Carlos Sáiz Cidoncha es una obra picaresca. Sin embargo, los elementos de C.F. son muy abundantes aunque se vean oscurecidos por las picantes aventuras del joven Gabriel Luján.
La picaresca es un fenómeno netamente hispano, ya que nuestro carácter intrínseco tiende hacia ese esquema de valores. Hoy en día, seguimos admirando al vecino que defrauda a hacienda, al banquero que sube como la espuma o a Doña Nadie que se convierte en celebridad sin razón aparente. Somos amantes de lo fácil: un mínimo de esfuerzo y un máximo de premio. Cidoncha nos refleja en Gabriel y nosotros nos identificamos con él.
En la C.F. no existen pícaros, básicamente porque los anglosajones son incapaces de engendrar uno en su sociedad. Existen acercamientos al antihéroe simpático y ladino: Bill el héroe galáctico de Harry Harrison y Guía del autopista galáctico de Douglas Adams; pero el pícaro a lo Lazarillo de Tormes o La vida del Buscón de Francisco de Quevedo o Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, no existía.
Aunque en el libro hay notables detalles críticos hacia la religión, no existe una crítica corrosiva de nuestra sociedad presente o futura como correspondería a una novela picaresca. Memorias de un merodeador estelar es Opera Space sin complejos, desarrollada en el particular universo de Cidoncha. Universo presente en muchos de sus textos y especialmente en su obra, La caída del Imperio Galáctico, que toma muchos elementos de la Europa posterior a la caída del Imperio Romano, aunque su iconografía sea grecorromana. En fin, un mundo perfecto para la aventura.
Gabriel Luján no tiene una sola virtud, a excepción de su ingenio. Toda la novela es un continuo rehuir del nefasto destino del personaje, que sortea aprovechando el presente tal y como viene. Estas memorias son un calco en negativo de Justine o las desventuras de la virtud del Marqués de Sade o Job: una comedia de justicia de Robert A. Heinlein, donde los protagonistas son defensores del bien y la virtud, frente a la desventura. Gabriel Luján es un defensor del egoísmo y la insolidaridad. Nuestro protagonista cada vez que se siente tentado por el bien, sale escaldado; por lo que la novela acaba transmitiendo un mensaje de subsistencia: "Sólo la búsqueda del propio interés consigue perdurar exitosamente"
Especial comentario elogioso merece el lenguaje empleado en la novela. Si bien imita el castellano antiguo de los textos inspiradores, lo actualiza de tal forma que el lector no experto lee la novela sin problemas, pero sin dejar de sorprenderse por los tiempos verbales, gramática y vocabulario empleados, siendo esta extraña virtud, una de los grandes logros de la obra.
26/09/2013
Ficción Científica
Hace mucho tiempo leí la novela Memorias de un merodeador estelar de Carlos Sainz Cindoncha y me resultó muy divertido. Así que cuando vi este libro, y leí su sinopsis, me apeteció volver a probar la ciencia ficción de este hombre.
El libro va del protagonista Bogdán Saturiobich Shmiélnikov y su mujer Axinia, viven en una colonia en la frontera, olvidada por todos, colonizada en un principio por rusos. Allí un acto totalmente fortuito los va a poner en problemas, así que deciden huir. Tienen que ir a otro continente y de allí se irán del planeta.
Bueno, la sinopsis no estaba mal, parecía un pulp normal y corriente, pero aún así lo compré y lo leí.
Debo decir que el libro está muy bien escrito. Hace gala de un sentido del humor que le viene muy bien, sobre todo el cazador de recompensas que los persigue, pero no ha conseguido arrancarme ninguna carcajada.
Bogdán y Axinia vivirán muchas aventuras, en su planeta y fuera de él, pero a mí me ha parecido que le faltaba algo al libro. No sé lo que es, pero no he llegado a meterme en él del todo.
Los personajes del libro o eran increíblemente ingenuos, no había nada que los hiciera sospechar de nada, o eran increíblemente malvados, vamos malvados de opereta.
Eso sí, presenta todos lo que dice la sinopsis, hay de todo, piratas, seres muy antiguos y muy poderosos, y nos cuenta como Bogdán forja su propia leyenda.
Este libro te lo recomendaría si estuviese muy enganchado a las novelas pulp, pero como quieras un poco de algo distinto, algo como personajes que parecieran reales o algo en la trama que fuese un poco sorprendente, no.
21/01/2022
