Hace quinientos mil años o así unos nuevos vecinos se instalaron en las cercanías del sistema solar terrestre. Deseaban agradar a toda costa, en el caso de que lograran encontrar a alguien a quien agradar. De modo que un día se dejaron caer por el tercer planeta del sistema, el que actualmente conocemos como la Tierra, para ver si había alguien en casa. No escogieron el momento más oportuno para hacer una visita. Bueno, en la Tierra había vida por doquier, de eso no cabe duda. El planeta rebosaba de vida. Lo que no encontraron en ninguna parte fue inteligencia. Aún no había hecho su aparición, sencillamente.