Boyd Hakluyt, un profesional del control del tráfico, ha sido contratado por el presidente de la ultramoderna Ciudad de Vados para resolver algunos problemas: se pretende que rediseñe el tráfico de la ciudad para apagar focos de descontento incontrolados. Como pronto descubrirá, su trabajo tiene en realidad una finalidad política no demasiado clara, y Hakluyt se encontrará metido de lleno en una diabólica red de intrigas producto del enfrentamiento entre dos facciones implacables, cuyos métodos y ambiciones está lejos de comprender. Hakluyt intenta mantener un distanciamiento profesional y no involucrarse en el conflicto, pero aunque él no lo sabe, es un peón más de una partida de ajedrez cuyo desarrollo se mide en pérdidas reales de vidas humanas.