Lara, joven honesta hasta sus últimas consecuencias, ha tomado una decisión: abandonar su aldea, Altopico, para ir a la ciudad. O lo que es lo mismo, dejar los cuentos de hadas, ninfas y driadas del bosque para sumergirse en la atmósfera venenosa y turbia que se respira en Llanoso. Entre los millones de seres asustadizos, mortíferos, con garras e invisibles que la van a acechar, ella tiene claro que solo está interesada en conocer a los de un tipo: los trasgos. Obsesión que le hará enredarse en una de las miles de conspiraciones, que cohabitan en Llanoso para eliminar a sus líderes.
Tal vez, la propia Lara y su obcecación sean más peligrosas que las intenciones turbulentas con las que lidian las dirigentes de Llanoso, quizá exista una nueva forma de vida más letal que la llevada por los reputados asesinos Edkis y el señor S, o quizá no. Tal vez, solo se trate de una muchacha de las montañas que se ha lanzado a la búsqueda de un trasgo.