.Para el que haya leído El juego de Ender se trata de una matización al primero, de manera que ya no nos parece un ser invencible y todopoderoso, pues descubrimos aquí a Bean, un niño superdotado y extremadamente hábil en las técnicas de combate, que a veces se hace totalmente necesario para las victorias de Ender. Las historias se entremezclan y tienen un mismo final, pero resulta curioso leerla, puesto que analiza la acción desde un punto de vista diferente: la mentalidad netamente superviviente de Bean hace que la novela exude un ambiente paranoico por la supervivencia y de lucha de inteligencias entre Bean y sus profesores que hace que no tenga nada que ver con su homotética en el tiempo "El Juego de Ender" e incluso que las personalidades de Bean y Ender estén abismalmente separadas: Bean es una máquina pensante y exento del conocimiento emocional, mientras que Ender es pura intuición militar.