UNA NOVELA DE FANTASÍA, OSCURA INSPIRADA EN LA HISTORIA, CULTURA Y MITOLOGÍA VASCAS
Euskal Herria, siglo XVI
Amada mía:
Los sucesos que corren de boca en boca en tabernas y mercados no son halagüeños. A pesar de que la Santa Inquisición se hace cargo de demonios y brujas con mano de hierro, las malas lenguas cuentan que la magia pagana está desbocada, totalmente fuera de control. ¿Es esto cosa de brujas, como clama el Santo Oficio? ¿Culpa de mujeres descarriadas, como gritan los curas en las plazas de los pueblos?
Toros de fuego que secuestran a muchachas, duendes de pantalones rojos que atormentan villas, mujeres con pies de pato que engañan y manipulan a jóvenes con su belleza extraordinaria, cíclopes que consumen carne humana, hombres serpiente que surcan los cielos envueltos en llamas… No son pocos los horrores que asolan estas tierras y a sus gentes. Y, a pesar de ello, la Iglesia ha decidido dar la espalda a las seroras y echarlas de sus parroquias y ermitas. A las únicas capaces de reconciliar lo santo y lo pagano. A quienes acuden las familias cuando orar no da frutos y el bienestar de los suyos peligra. A las seroras, a las cuales ya no les queda más que vagar por el reino, hacha en mano, en busca de formas de ganarse el pan.
Pero no temas, querida. No son pocas las mujeres santas que, incluso cuando todo parece perdido, no desfallecen. Te aseguro que, al igual que ellas, seguiré luchando, Por ti. Por volver a tu lado.
Quién más te quiere y adora,
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